Como ya sabéis vamos a convertir nuestro rincón de la casita en un supermercado. Pero antes de ponernos a montarlo, hay que organizarse y prever que cosas vamos a necesitar para poder jugar en él. Así que les dije: vamos a pensar en uno de esos días que acompañáis a los papás a hacer la compra. Cerrad los ojos. Imaginaros entrando por la puerta del super... ¿Qué cosas veis?
Pues bien, el resultado fue espectacular. No podía imaginarme qué fueran a decirme tantas cosas. Me sorprendieron tanto que tenía que compartirlo con vosotros. Me dijeron que necesitábamos una maquina que pita que se pasa por unas rayitas (código de barras), un rodillo que se mueve (la cinta transportadora de alimentos), que para pagar además de dinero necesitaríamos tarjetas, a lo que otro niño contesto que necesitaríamos la máquina donde se mete la tarjeta y hay que darle a unos números, una caja registradora (dicho tal cual), incluso y atención a esto, me dijeron que necesitaríamos cámaras de vigilancia por si robaban. ¡Increíble!
Y tengo que decir que pararon no porque no tuvieran más ideas sino porque la seño Auxi vino a buscar a los niños/as de religión católica.
¡Ah! Y también propusieron nombres para ponerle al supermercado. Al principio me decían nombres de supermercados a los que suelen ir a comprar pero les dije que no podíamos copiarnos. Tenían que inventarse uno.
Propusieron:
Supermercado corazón, supermercado Barco, Sirena, Sombrilla, supermercado heladoso y supermercado Moto.
Votaron y gano con 8 votos...
"SUPERMERCADO MOTO"
Próximamente tendrán qué elegir un logo... 😉
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